martes, 15 de diciembre de 2009

Tierra mojada


Siempre fue un olor que me gustó. Ahora camino sobre ella en una Navidad como otras tantas, pero que las circunstancias hacen especiales. No por nada en concreto, sino porque sabemos que no todas serán igual. Pero en cambio, nos mostramos en estas fechas con la misma ilusión como cuando la vivimos por primera vez. Y es lo que no debemos perder, esas ganas enfundadas en ciertas dosis de inocencia, la misma con la que la tierra recibe después de los días de verano las primeras gotas de lluvia.

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