miércoles, 1 de julio de 2009

Un verano más



Ya no hay marcha atrás. Todo sigue su rumbo incandescente mientras el tiempo devora los días que pasan y las noches que quedan en el recuerdo. Ríos de fuego que arrastran las soledades entre alquitrán ardiendo dejando desiertos que recobrarán vida cuando caiga la tarde. Incesantes rayos que hinchan la madera y paredes blancas de cortijos viejos. Momentos pasados que vuelven enredados entre ígneas colinas que expiran al llegar el sol abrasador. Julio llegó durmiendo los olivos entre campos áridos que esconden tras de sí… ¿más éxitos que fracasos?. ¿Época previsible o casual? Habrá que dejar que pase el tiempo…