
Tardes que son dedicadas a la nada, pero de las que nos queda un recuerdo tan afable que estamos decididos a volver a repetir. Regresar al lugar donde fuiste feliz te puede transmitir tanta fuerza que seguramente puedes parar hasta el más grande de los vendavales. Son esos días donde pareces sentirte protegido y donde todo apenas te importa, excepto lo que suceda a tu alrededor y que tanto quieres…
No hay comentarios:
Publicar un comentario