lunes, 26 de julio de 2010

Apolo Ígneo


El calor se derrama sobre el campo yerto. Sólo las chicharras a los lejos ponen notas de música a una escena que se ahoga entre los silencios de la tierra dormida. Ni el viento parece postrarse sobre la árida tierra vencida que soporta grandes ruedas de fuego. Las nubes se dispersan y desaparecen en la inmensidad del cielo. A lo lejos, los cerros se convierten en abrasadoras ascuas y los árboles se ahogan entre llamaradas que queman las paredes del cielo. Arde el mar.

lunes, 19 de julio de 2010

La playa


Faltaban sólo un par de kilómetros cuando ese olor a sal entra por la nariz y recorre los sentidos. Saber que dentro de poco te encuentras con la inmensidad, con lo más parecido al infinito. A lo lejos se divisaba ya ese azul que se mezcla con el cielo haciendo de las nubes pequeñas islas desiertas. El sol renace del mar y la arena hace pequeños surcos que la memoria olvida. Poco después, las gaviotas desaparecen dejando paso a una colorida colonia de sombrillas y la vida vuelve a la costa, mecida entre un sol abrasador que otea imponente el paisaje.