sábado, 22 de enero de 2011

Primera versión


Enero se instaló en mi habitación. A cien por hora se fueron las vacaciones y me quedé sin dinero para poder viajar al cielo de tus labios. El sol entra por la ventana y me muestra días que traen postales sin luces que puedan alumbrarme el camino. En un abrir y cerrar de ojos cae la noche y el telón baja. El próximo día la función volverá a repetirse, en el mismo escenario, con los mismos personajes. El teatro de la vida sigue su curso sin mostrarme una segunda escena donde el sol se marcha casi sin darse cuenta y las tardes huelen a azahar y jazmín. Llegará marzo y volverá la vida.