martes, 26 de julio de 2011

Blanco y Negro


Caía la noche. De fondo, el ruido de los automóviles. Mientras se alejaba, avanzaba hacia él. Se trataba del dolor, que se desprendía de una fugaz ilusión sin poder dar marcha atrás. Allí se quedaba ella. No aceptaban que habían perdido los dos. Pero en el fondo sabían que eran los únicos que podían cuidar a la perfección los pasos del otro, que podían poner fin a la soledad. Ahora sólo quedaría un pasado guardado anclado en las huellas perdidas que la fina lluvia borraba al caer contra el suelo. Al fondo, una historia que se ahogaba como lo hacía el color que podría haberle devuelto la luz a sus vidas.

domingo, 17 de julio de 2011

Cuerpos


Y estaba ahí, observando cómo la luna bañaba de plata las inmensas olivas que poblaban las serranías más próximas. El calor de las noches de julio le recorría su rostro sin piedad, como después lo harían mis manos sobre ella. Era sólo un poco más que el día anterior, pero suficiente para sentirla durante el tiempo que marcara el reloj, sin dejarla escapar. Ella y yo, en un laberinto clandestino, que sólo descubrió la aurora cuando se encaramó a las paredes de la oscura habitación y dejó nuestros cuerpos llenos de sed, desnudos, indefensos ante la inmensidad del cielo.