
El mes de la navidad y de tantas otras cosas. El mes de mesas familiares y amor para repartir a cualquier hora del día. Qué maravilloso sería si llevásemos dentro durante todo el año ese espíritu donde apostamos por darnos a los demás y por ir despertando sonrisas en caras ajenas. Levantarnos y observar que un nuevo día amanece rodeado de guirnaldas y luces que nos anuncian épocas donde el rencor no tiene cabida y donde hay que hacer todo lo posible por encontrar la paz y la felicidad aunque tan sólo sea durante un tiempo pequeño en comparación con todo un año. Bendita seas, Navidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario