sábado, 18 de septiembre de 2010

La ermita del tiempo (II)



Cuando las puertas vuelvan a abrirse de par en par y el olor a nardos recorra las aceras, la luna volverá a derretirse y caerá convertida en gotas de cera dejando un reguero que anunciará noches con olor a jazmín, y comenzarán a florecer las amapolas. Será mayo, y a partir de ahí los días conspirarán para dejarnos un verano de sol abrasador y siestas después del café. Entonces comenzarán a caerse las naranjas y las sillas poblarán las calles hasta que caiga la noche. Y será verano. Y volverá la vida.

viernes, 17 de septiembre de 2010

La ermita del tiempo (I)



Cuando la centenaria ermita cierre sus puertas, todo habrá pasado. Dentro aguardarán cánticos de las monjas que antaño pasaban por allí para postrarse ante el Señor que cuida al pueblo. A lo lejos sólo quedarán las palmas abatidas que adornaron las calles y la comarca quedará adormecida durante meses, ahogada entre tardes nocturnas que traerán el frío y el devenir de las horas reposando levemente sobre hojas marchitas que se perderán en el tiempo. Pero a lo lejos, la ermita resurgirá imponente sobre la ciudad...