martes, 29 de junio de 2010

Desnudo


Cuando lancé una mirada la encontré dormida plácidamente sobre la blanca sábana. Su rostro risueño encajaba con el rojo abanico que tenía entre las manos y que reposaba sobre sus pechos, mientras que su pelo ondeaba suelto, sin algún recogido que pudiera mantener preso sus cabellos. Sobre sus muslos, pequeñas piezas de fruta: naranjas, uvas, ciruelas…aunque sin duda, la más bella fruta era ella que, dormida, ni se inmutó de una mirada que clavó los ojos en su cuerpo y en cada uno de sus detalles.

Noche de verano


Las noches de verano ganan con el paso de los años. Cada manto de estrellas es diferente porque cada pequeña espuela de plata reluce con un brillo que no volverá a repetirse. Siguen multiplicándose y dividiéndose, pero siguen dándole a la oscuridad el tono azulado que la hace parecer un lienzo del mismo Van Gogh. El tenebroso azabache da paso a un azul casi añil y la luna aparece resplandeciente iluminando eternos campos de olivos que descansas tras una tarde febril, casi infernal, que se fue y dejó paso a una suave brisa nocturna por la que divagarán pequeñas historias bajo las sábanas.

domingo, 27 de junio de 2010

Paisaje


Los árboles han vuelto a recuperar sus verdes hojas después de una etapa que los dejó desnudos como si de un lienzo otoñal se tratase. El invierno hizo en ellos estragos, pero la primavera volvió a vestirlos de ese inmenso verde que cubre los campos convirtiéndolos en auténticos paisajes inolvidables llenos de toda clase de colores. Rojos, amarillos, verdes, azules, violetas…El mismo arco iris se instala en los campos y también en los jardines de las aldeas y en los grandes parques de las ciudades. La vida volvió a la vida.

sábado, 26 de junio de 2010

Verano


Los días se mecen entre abanicos a media tarde y paseos al anochecer. Largos caminos de madrugadas en luna llena que dejan paso a una alborada donde aurora extiende sus rosados dedos dando comienzo a un nuevo día, bajo el astro rey, que recorrerá angostas calles y desiertas plazas. El reloj del campanario da las cuatro. Las callejuelas duermen bajo un intenso calor de verano. Las chicharras cantan y la vetusta fuente del parque deja escapar el agua sobre la que sobrevuelan susurros de abejas.

viernes, 18 de junio de 2010

Mala memoria


De no pensar en nada a inundar la mente de viejas nostalgias. Y de estar perdido entre las sábanas a conseguir que uno sólo de tus recuerdos llegue a mi memoria, encontrándome una vez más contigo. Qué pronto olvidé pensar en ti y qué tarde me fui alejando de tus pasos. Qué alegría el no verte más, qué sonrisas se despiertan al verte dormida sobre la memoria y saber que no conocerás la luz. Pronto se borrarán tus huellas, aunque tu esencia seguirá detrás de las paredes de nuestra ínfima memoria...